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Aviones que vuelan vacíos, el Covid-19 también impacta en la crisis climática

29/03/2020 - 12:03 am

La alerta por el coronavirus ha disminuido de manera radical el número de pasajeros. Sin embargo, esto está teniendo consecuencias dispares. Un primer contrasentido era el de los «vuelos fantasma»: aviones con apenas unos pocos pasajeros volando estos días en los cielos de Europa. Como consecuencia de esto, la Unión Europea anunció hace varios días medidas provisionales contra las regulaciones de franjas aéreas en la aviación.

Por Laura Rodríguez

España, 29 de marzo (Ballena Blanca).- La epidemia del coronavirus está reduciendo de forma brusca las emisiones causantes del cambio climático. Aunque algunos han visto en esto algo positivo, no parece que esta sea la mejor forma de descarbonizar la economía para luchar contra el calentamiento global. Y es que a medio y largo plazo lo que está ocurriendo puede ser incluso perjudicial, como muestra el caso de la aviación.

La alerta por el coronavirus ha disminuido de manera radical el número de pasajeros. Sin embargo, esto está teniendo consecuencias dispares.

Un primer contrasentido era el de los «vuelos fantasma»: aviones con apenas unos pocos pasajeros volando estos días en los cielos de Europa. Como consecuencia de esto, la Unión Europea acaba anunció hace varios días medidas provisionales contra las regulaciones de franjas aéreas en la aviación. El gobierno británico y de los Países Bajos, así como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), habían solicitado estos a la Unión Europea que relajase las regulaciones de asignación de franjas horarias que se establecen en los mayores aeropuertos hasta octubre de 2020 ante la situación a la que se enfrentan las compañías aéreas, que carecen de pasajeros pero todavía debían cumplir en la mayoría de los países sus horas de llegada y salida. Generalmente, las aerolíneas deben realizar el 80 por ciento de sus vuelos para que los aeropuertos les reserven ciertos horarios, sin embargo, los datos de las últimas semanas reflejan que la epidemia ha rebajado drásticamente la demanda por lo que muchos viajes se operan casi vacíos.

Según confirmaba la BBC, Virgin Atlantic ha confesado realizar varios de estos vuelos desde el comienzo del brote. Y aunque otras empresas no lo han reconocido oficialmente, en las redes sociales son numerosas las fotografías de aviones casi desérticos.

El director de la compañía KLM, Pieter Elbers, afirmaba hace unos días en NewMobility, que «es incomprensible que, por un lado, la Comisión Europea hable de un pacto verde pero, por otro, estemos forzados a volar y producir emisiones de CO2 simplemente para salvaguardar nuestros horarios».

Sin embargo, AirFrance-KLM ha empleado también la crisis del coronavirus para pedir a los países europeos que retrasen sus políticas para recortar los viajes en avión y reducir las emisiones que producen. «Ante el brote del coronavirus», dijo otro de los directores de la compañía, Benjamin Smith, en la conferencia que Airlines4Europe organizó en Bruselas el pasado martes, «pedimos a los gobiernos que suspendan la introducción de nuevas tarifas a los vuelos».

Durante meses, las compañías aéreas en Europa se han opuesto a los planes de los gobiernos para imponer tasas a los viajes en avión por lo que las medidas que se tomen durante la crisis de la epidemia podrían aplazar durante más tiempo los esperados recortes en las emisiones que varios gobiernos habían previsto en este área. Austria, Francia y los Países Bajos tenían planes inminentes para aplicar nuevos impuestos a los aviones este año y la Unión Europea había anunciado su intención de imponer nuevas imposiciones al keroseno en toda su región.

La alarma de que la crisis del coronavirus pueda causar que se retrasen o se releguen las medidas urgentes para frenar las emisiones mundiales también apareció ayer en la conferencia donde las Naciones Unidas presentó el Informe Anual de cambio climático de 2019. Las emisiones de la aviación representan en este momento entre el 2 por ciento y el 3 por ciento de las emisiones globales pero se espera que para el año 2050 al menos se tripliquen. La mayoría de los expertos asegura que, a pesar de que estos días los vuelos descenderán en gran número, es muy probable que haya un repunte fuerte cuando el brote de la epidemia remita y la vida vuelva a la normalidad.

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